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La máxima que perseguiremos con esta publicación, será siempre primar por la seguridad de los integrantes del coche y del resto de personas que conforman la vía.

Según datos de la DGT, el 82% de las mascotas, sobre todo perros y gatos, viajan en turismo. También nos aseguran que en caso de accidente a 50 km/h, el animal multiplica su peso por 35. Aunque el dato más llamativo, es que aún hay un 20% de usuarios que lleva a su mascota sin ningún sistema de protección.

Lo primero que deberás evitar, es llevar al animal suelto en la parte trasera del vehículo. Un escenario muy peligroso tanto para el conductor,  que podría distraerse y causar un accidente, como para el propio animal, que en esta situación podría sufrir graves o fatales heridas.

La primera opción que aporta seguridad a la conducción es la de utilizar un arnés, de uno o dos enganches, que sujete a tu mascota durante el trayecto.

Para animales pequeños, lo ideal sería colocarlo en un transportín. Esta cabina de menores dimensiones tiene cabida tanto en el suelo del vehículo, como en el asiento sujeto por el cinturón de seguridad, esta última sería una alternativa mucho más segura.

Para animales de mayores dimensiones, y un equivalente transportín que ocupa un espacio importante, lo ideal es colocarlo en el maletero de manera trasnversal a la dirección de la marcha.

Otra posibilidad es la de colocar una rejilla divisoria entre la cabina y el maletero, de esta manera la mascota podrá moverse sin interrumpir. Aun así, nuestra recomendación es la de combinar el trasportín con la rejilla para evitar golpes en caso de colisión, aunque eso le suponga perder libertad de movimiento.

Apoyándonos en el dato de la DGT sobre los animales más viajeros, te aconsejamos leer este artículo que compartimos sobre las ventajas de utilizar el Portaperros TowBox, una solución que aporta comodidad, limpieza y lo fundamental, total seguridad.